Práctica 14: La Educación en 2030. ChatGPT

El chat GPT y la construcción del relato literario

¡Hola, muchachxs! 💋

Para esta práctica, he hecho un hilo de Twitter que os dejaré aquí enlazado con la experiencia que he tenido para llevar a cabo esta actividad con la IA. ¡Qué dolores de cabeza me sigue dando hasta que me acabo de hacer con ella!

Como he comentado en el hilo, creo que es importante utilizar este tipo de herramientas como apoyo o soporte para realizar actividades con un fin didáctico, pero también pienso en la importancia de que preservemos cómo nos expresamos, hablamos y nos relacionamos con el lenguaje literario y nuestra propia habla. Al fin y al cabo, forma parte de nuestra identidad y como sujetos es algo inherente a nosotras y que nos identifica (pienso en los mensajes de whatsapp con mis amigas y cómo los reconocemos fuera de contexto por cómo hablamos y por los códigos que establecemos tanto colectivos como personales). 

Dejo aquí enlazado el hilito de Twitter: 
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">Se viene hilito de Twitter mío peleándome con la IA, concretamente, la IA de la que todo el mundo lleva hablando mucho tiempo: ¡el chat gpt! <a href="https://twitter.com/hashtag/INVTICUA23?src=hash&amp;ref_src=twsrc%5Etfw">#INVTICUA23</a></p>&mdash; Alba Sánchez Rodríguez (@AlbaSnchezRodr2) <a href="https://twitter.com/AlbaSnchezRodr2/status/1663973249212923909?ref_src=twsrc%5Etfw">May 31, 2023</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>


Por otro lado, dejo también el relato que ha creado el chat gpt respecto a esto, inacabado, por cierto. Pero no he conseguido tras los últimos intentos que fuese cómo yo quiero, porque esto es tremendamente subjetivo y personal. 

En el año 2050, la educación había evolucionado de una manera asombrosa. Las aulas tradicionales ya eran cosa del pasado, reemplazadas por espacios abiertos y dinámicos que fomentaban la participación y la creatividad. En este nuevo escenario, los profesores se convirtieron en guías y mentores, y los alumnos fueron los protagonistas de su propio aprendizaje.

Desde temprana edad, a los estudiantes se les enseñaba a valorar su propio conocimiento ya desarrollar habilidades para el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Las clases se centraban en proyectos colaborativos y desafiantes, donde los alumnos tenían la libertad de explorar sus intereses y descubrir su pasión por el aprendizaje.

En esta visión educativa, la relación entre profesores y alumnos era de igual a igual. Los profesores eran facilitadores del conocimiento, dispuestos a escuchar y comprender las necesidades individuales de cada estudiante. Se fomentó un ambiente de confianza y respeto, donde los alumnos se sintieron seguros para expresar sus ideas y opiniones sin temor a ser juzgados.

En cuanto a las formas de evaluación, los exámenes tradicionales habían quedado en el olvido. En su lugar, se utilizaron metodologías más holísticas y auténticas. Los estudiantes fueron evaluados en base a proyectos, presentaciones, debates y demostraciones prácticas de sus habilidades. Se valoraba más el proceso de aprendizaje que el resultado final, y se alentaba a los alumnos a aprender de sus errores y buscar soluciones innovadoras.

La tecnología también jugó un papel fundamental en la educación de 2050. Las aulas estaban equipadas con dispositivos inteligentes y herramientas digitales que facilitaban el acceso a la información y fomentaban la colaboración en línea. Los usuarios tienen la posibilidad de acceder a recursos educativos de todo el mundo y conectarse con otros estudiantes de diferentes culturas y perspectivas, ampliando así su horizonte de aprendizaje.

El aprendizaje era personalizado y adaptado a las necesidades individuales de cada estudiante. Se utilizaron algoritmos y sistemas de inteligencia artificial para identificar las fortalezas y debilidades de cada alumno y proporcionarles materiales y actividades personalizadas. De esta manera, se promueve el autodireccionamiento y se potenciaba el talento y la creatividad de cada estudiante.

En este futuro educativo, los estudiantes se convertirían en protagonistas de su propio aprendizaje. Su curiosidad era estimulada y su motivación intrínseca se fortalecía. Aprendí a colaborar, a comunicarse eficazmente ya asumir la responsabilidad sobre su propio crecimiento académico y personal.

En definitiva, la educación en 2050 había dejado atrás la rigidez y la pasividad. Se había transformado en un proceso activo, estimulante y significativo para los alumnos.


¡Eso es todo, nos leemos! ¡Besitos!

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